martes, 7 de diciembre de 2010

2.1. CONCIENCIA Y AUTOCONCIENCIA


Darley J. & Glucksberg S. & Kinchla R. (1990)
PSICOLOGÍA
México
Prentice-hall hispanoamericana, S. A.pp. 172-174



Conciencia: Del latín concientia, que significa conocimiento, noción. Sentimiento interior por el cual aprecia el ser humano sus acciones, nuestra conciencia es nuestro juez.

El significado en la filosofía moderna y contemporánea es: “Una relación del alma consigo misma, una relación del ser humano interior o espiritual, por la cual se puede conocer de modo inmediato y privilegiado y, por lo tanto, se puede juzgar así mismo de manera segura e infalible.”

Para Platón, significa “El dialogo interno del alma consigo misma” a través de esta práctica puede darse la posibilidad de conocerse así mismo de manera directa e infalible.

Recientemente, el filosofo pragmático John Dewey, entiende por conciencia el simple conocimiento: “el percatarse de objetos estando bien despierto, alerta, atento a la importancia de los acontecimientos presentes, pasados y futuros.”

Todo lo anterior hacen que el grado de mis conocimientos sea diferente a favor de una superación y mejor humanidad.

La conciencia es selectiva por naturaleza y esta íntimamente relacionada con el concepto de atención. Diferentes factores fisiológicos y emocionales influyen en nuestro estado mental, y también podrían afectar nuestro alertamiento hacia los eventos o estímulos que tienen lugar a nuestro alrededor. Podríamos tomar en consideración tres aspectos: responsividad, capacidad cognoscitiva y personalidad. Ninguno de ellos define la conciencia por si mismo, pero cada uno describe algún elemento de los procesos que en conjunto denominamos conciencia.

A) Responsividad
Uno de los aspectos más obvios de la conciencia es la responsividad ante un estimulo. Una persona dormida muestra cierta resposividad. La responsividad ante un estimulo en particular podría depender del foco de atención.

B) Capacidad cognoscitiva
Las personas tenemos toda una gama de aptitudes cognoscitivas básicas (pensamiento). Podemos hablar claramente, recordar muchas cosas, imaginar el futuro y hacer planes razonables.

El concepto de motivación inconsciente de Sigmund Freud muestra que gran parte de nuestro pensamiento y conducta como adultos se debe a eventos ocurridos en nuestros primeros años de vida. Freud argumentaba que si bien podemos estar conscientes de muchos recuerdos en lo que llamó nuestro preconsciente, muchos otros deseos, temores o sentimientos y deseos socialmente inaceptables (con frecuencia de naturaleza sexual) son reprimidos o mantenidos en nuestro inconsciente, desde donde influyen de manera importante en nuestros pensamientos y conducta.

C) Personalidad
Más que de aptitudes cognoscitivas básicas se trata de actitudes, valores, sentimientos y emociones que influyen en nuestra conciencia normal. En general, una persona responde a eventos y situaciones de manera predecible, de acuerdo con su personalidad, si bien ciertos factores pueden alterar ésta, y entonces se dice que se ha alterado el estado de conciencia de dicha persona.

AUTOCONCIENCIA
Palabra compuesta. Auto: prefijo del griego autos, que significa uno mismo, por si mismo, mismo etc.

Autoconciencia, puede entenderse también como: por si mismo, ser consciente.
Consciente: que tiene conciencia o noción de una cosa.

La autoconciencia implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las intuiciones; así como conocer nuestras propias emociones y cómo nos afectan, cuáles son nuestras virtudes y nuestros puntos débiles.

Conciencia Emocional
La conciencia emocional implica en nosotros tener la capacidad de reconocer la manera en que nuestras emociones afectan a nuestras acciones, además de saber utilizar adecuadamente nuestros valores para que nos sirvan de guía en el momento que tomamos de decisiones. Nuestros sentimientos nos acompañan siempre en nuestras acciones, pero raramente nos damos cuenta de ellos, y solamente nos percatamos cuando se han desbordado.

Por ello es necesario hacer esa pequeña pausa para reconocerlos y saber que con ellos podemos afectar a los demás y a nosotros mismos.

Valoración adecuada de uno mismo (correcta autovaloración)
Cuando poseemos esta competencia somos conscientes de nuestros puntos fuertes y debilidades, reflexionamos y somos capaces de aprender de la experiencia; estamos abiertos a nuevos puntos de vista y a la formación continua. Asímismo nos permite reconocer y corregir nuestros fallos.

Confianza en uno mismo (autoconfianza)
La autoconfianza es tener un fuerte sentido de seguridad en la valoración que hacemos sobre nosotros mismos y sobre nuestras capacidades. Con ella podemos afrontar las dificultades que se nos presentan y asumir cualquier papel en nuestra vida.

La filosofía socrática rechaza el relativismo y el escepticismo; su método tiene el designio de obtener conocimientos universalmente validos, Sócrates hace el examen de sí mismo un método filosófico “conócete a ti mismo”: he ahí el principio. En efecto, el examen de casos concretos, vividos por cada cual, es el medio para descubrir ideas generales, los conceptos.

Toda la obra de san Agustín es una confesión, palabra viva que nos revela un constante anhelo de verdad, de conocimiento y fe. “No salgas de ti mismo –dice san Agustín-, en el interior del hombre reside la verdad.” A lo largo de su vida, san Agustín se esfuerza por encontrar dentro de su propia alma, la verdad que busca sin cesar, el Dios cuya imagen lleva dentro de sí: la filosofía de san Agustín es una constante revelación y un constante dialogo, revelación de vida interior; dialogo, dentro de sí mismo, con Dios y con los demás hombres.


Como actividad complementaria al contenido temático ya visto, y en apoyo a las actividades del Programa de Acreditación en Grupos Colaborativos (PAC), debes de realizar las siguientes actividades:
1. Resumen del tema, que deberá de ser como mínimo, media cuartilla y como máximo una cuartilla.
2. Realizar un cuadro o un mapa conceptual sobre tema revisado.
3. Como aplicarías el tema en tu vida cotidiana.

1 comentario: